CONOCER LA SIERRA. Prólogo

Posiblemente uno de los mejores libros que se han escrito sobre las sierras andaluzas, y concretamente sobre la Sierra de Grazalema, sea el que hace un tiempo escribió Luis Gilpérez Fraile. En él, en uno de sus apartados dice textualmente: De nuestros amores juveniles (platónicos o no) siempre recordamos uno con mayor intensidad que los demás. Y continua diciendo el autor: algo parecido me ocurre con la Sierra de Grazalema; enamorado de la montaña en general, siento una especial inclinación por ese pequeño rincón de nuestra geografía. No voy a tratar de convencerte de que sea la sierra más bella de España, pero si puedo asegurarte que reúne una serie de encantos, difícil de encontrar juntos en otros lugares.

Lo que Gilpérez Fraile comenta en su libro podría encajar perfectamente en este nuevo apartado en la página web de la Asociación, y que hemos venido a llamar CONOCER LA SIERRA. En él, iremos paulatinamente describiendo pequeñas rutas y rincones enclavados en lugares que podemos visitar al margen de las rutas oficiales que podamos efectuar dentro del calendario de cada temporada. Lo enfocaremos como paseos a monumentos naturales. Nos centraremos principalmente en la Sierra de Grazalema, aunque también hablaremos sobre otros lugares  independientemente de ella.

Aunque algunos me conocéis más que otros en el tema de senderismo, me gustaría comentaros que mi primer contacto con la sierra data de cuando contaba doce años de edad. Mi padre era un viajante a la antigua usanza que recorría toda la parte Oeste de España  de Norte a Sur en aquellos viejos trenes y autobuses de la postguerra, alojándose de pueblo en pueblo, en pensiones de la época, con rutas comerciales que  a veces duraban meses, y por lo tanto era un gran conocedor de gran parte de nuestra geografía, al margen de ser un gran amante de la naturaleza (algo ilógico en aquella época, porque lógicamente existían otras prioridades).

Recuerdo, que contando con esos doce años que antes mencionaba me comentó en una ocasión: -este fin de semana trabajo en Granada,- ¿vienes conmigo que voy a subir al Veleta con unos clientes?

Lo del Veleta me sonaba solamente a que estaba por Sierra Nevada, (y de escuchárselo a mi padre) pero lo de viajar me producía una tremenda ilusión, por lo que lógicamente accedí. Tengo un lejano recuerdo de un extraordinario día primaveral, en  un lugar para mi totalmente desconocido. Gustó tanto la excursión que a la semana siguiente acordaron subir al Mulhacén, como así hicimos, y mi padre, sus acompañantes y yo, nos conjuramos para convertirlo en una tradición anual que duró no sé cuantos años. Subíamos una semana al Veleta y la siguiente al Mulhacén.

Pero lo verdaderamente importante para mí, viene unos años después, cuando con diecisiete años visito por primera vez la Sierra de Grazalema en un fin de semana de acampada. En aquellas fechas, a excepción de  cuatro majaretas, nadie se acercaba por allí. La afición por la sierra y, mucho menos el senderismo, aún estaban por llegar. Aunque no estoy totalmente seguro, creo recordar que montamos las tiendas en lo que hoy es el Área Recreativa Llanos del Campo, en la carretera que va a Grazalema desde El Bosque, y que algunas de las vías de comunicación que hay en la actualidad, en aquella época no existían como tal.

La sensación que sentí cuando vi aquel paisaje por primera vez, y en visitas posteriores no podría describirlo con palabras: la Sierra del Pinar con la ladera del Pinsapar y su máxima cumbre El Torreón, los buitres volando a baja altura, la falla del Salto del Cabrero, el valle del Boyar y  la zona de Tavizna, la Sierra del Endrinal con el Simancón y el Reloj,  el Puerto de las Palomas, los Llanos de Rabel, los de Líbar, el Pinsapar, la Garganta Verde, la Sierra de Juan Diego. En definitiva, una larga lista de montañas, rincones naturales y valles emblemáticos dentro de esta singular Sierra que me parecía increíble que aquello existiese tan relativamente cerca de Carmona, y  que crearon en mi una adicción, que sigue perdurando a través de los años.

Para los amantes del senderismo de Andalucía Occidental, la Sierra de Grazalema ha sido siempre el lugar a explorar dado su extraño trazado, y la gran cantidad de rincones ocultos que atesora. Es la Sierra por antonomasia para los senderistas de esta parte de nuestra región andaluza, santo y seña de montañeros y amantes de la naturaleza en general. En concreto, un encantador lugar muy cerca de nosotros y que todos lo que nos gusta disfrutar del paisaje y del medio ambiente deberíamos conocer lo más profundamente posible.

Por ello, como antes decía, iremos paulatinamente mostrando  rincones accesibles para todos, lugares fácilmente visitables y que lo tenemos muy cerca de nosotros, al margen de las clásicas rutas senderistas. Intentaremos en este nuevo apartado de la página web de nuestra Asociación, CONOCER LA SIERRA, mostrarlos a todo aquel que guste de ampliar conocimientos sobre espacios naturales, y principalmente (sin obviar otros lugares) de la para mi, inigualable Sierra de Grazalema.

Miguel Ángel López Vázquez